Abrió la inscripción para un Seminario dedicado a los discursos del odio

El seminario – que fue propuesto por el senador nacional, Pablo Yedlin – está destinado a periodistas; comunicadores; agentes de prensa; personal de la Justicia (jueces, fiscales y secretarios), fuerzas de seguridad y educadores a cargo de diseños curriculares; alumnos y docentes universitarios, dirigentes sociales y políticos.

Inscripciones en este link https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSfD9Ly7kykMUGoqrv5afmPv_iVrEu2WK70Wc_xxHR8_C3y_Ng/viewform

A lo largo de dos jornadas se abordarán temas tales como: 

  • Negacionismo y distorsión en discursos sobre el Holocausto y otros genocidios.
  • El testimonio como herramienta para contrarrestar discursos de odio.
  • Construcción de estrategias para la moderación de discursos de odio en los medios tradicionales y digitales.
  • Los discursos de odio a través de las redes sociales.
  • Estrategias de construcción de discursos de odio del pasado al presente: nazismo, genocidios históricos y actualidad.
  • Regulaciones y legislaciones sobre discursos de odio, negación y distorsión del holocausto y otros genocidios y crímenes de lesa humanidad.

Lee el programa completo del Seminario

Las siguientes instituciones acompañan este espacio de formación:

– Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto

– Ministerio de Educación de la Nación

– Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos

– Defensoría del Público de la Nación

– Agencia Nacional de Noticias Télam

– Museo del Holocausto de Buenos Aires

¿Sabes quién fue Ana Frank?

Este seminario recupera la figura de Ana Frank, una niña alemana judía, víctima del Holocausto, que se volvió famosa por haber llevado un diario de sus experiencias. Ana y su familia se ocultaron durante dos años para evitar la persecución nazi. Lo que Ana documentó durante esa época está ahora publicado en El diario de Ana Frank.

A pesar de haber nacido en Alemania, su familia se mudó a Holanda cuando Ana tenía cinco años para huir de los nazis que ya habían tomado el poder. El destino de la familia Frank y de otros judíos de Amsterdam quedó marcado por la ocupación alemana de la ciudad, que inició en mayo de 1940. A principios de 1942, los alemanes comenzaron los preparativos para deportar a los judíos de los Países Bajos a los centros de exterminio del este.

Ana y su familia decidieron ocultarse en los primeros 15 días de julio de 1942. Posteriormente se les unieron otros cuatro judíos: Hermann, Auguste y Peter van Pels, así como Fritz Pfeffer. Durante dos años, vivieron todos en un departamento secreto en la calle Prinsengracht 263. El departamento se encontraba detrás de las oficinas comerciales donde Otto Frank había trabajado como director de una empresa. En su diario, Ana se refiere al escondite como el “anexo secreto”. En el tiempo en que estuvieron ocultos, Ana llevó un diario donde escribió acerca de sus temores, esperanzas y experiencias.

El 4 de agosto de 1944, las SS y la policía alemanas descubrieron el escondite. Durante mucho tiempo se creyó que las autoridades habían actuado al recibir una denuncia de un holandés anónimo, pero en una teoría más reciente se determinó que los alemanes descubrieron el escondite por casualidad, mientras investigaban informes de que en la casa se hacía trabajo ilegal y se cometían fraudes con los cupones de racionamiento.

Ana Frank murió en febrero o marzo de 1945, poco antes de que las tropas británicas liberaran Bergen-Belsen el 15 de abril de ese año. Ana Frank murió a la edad de 15 años. Margot Frank tenía 19 años cuando murió, también en febrero o marzo de 1945. Tanto Margot como Ana murieron de tifo.

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