El diputado nacional Pablo Yedlin denunció el vaciamiento del hospital Garrahan, el efector pediátrico más importante del país y adelantó que presentará un proyecto de ley de emergencia en salud infantil.
“La situación es gravísima. Lo que está ocurriendo en el Hospital Garrahan no es un conflicto gremial aislado: es la evidencia de una decisión política del gobierno nacional de Javier Milei de vaciar la salud pública”, advirtió Pablo Yedlin, presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, durante una visita al hospital en apoyo a los residentes que se encuentran en paro por salarios indignos.
Yedlin explicó que un grupo de legisladores se hizo presente en el Garrahan para interiorizarse de primera mano sobre el conflicto que atraviesan los residentes, cuyas condiciones salariales y laborales se han vuelto insostenibles.
“Están ganando 700 mil pesos y no les alcanza ni para un café. Trabajan jornadas extenuantes y son el corazón del hospital. Si ellos se van, el Garrahan colapsa”, subrayó
La crisis ya se siente en el funcionamiento cotidiano del hospital. Yedlin reveló que por primera vez en sus casi 40 años de historia, el sector 63 —uno de los sectores de internación— tuvo que cerrar sus puertas.
“¿Por qué se cierra? Porque al no haber residentes que puedan trabajar, los médicos no dan abasto. Los residentes son quienes tienen el trato diario con los pacientes, y sin ellos no se puede garantizar la atención”, sostuvo.

Para el legislador tucumano, el deterioro presupuestario responde a una política deliberada del gobierno nacional: “hay una decisión política de vaciar y dejar morir el hospital. Esto no es un problema partidario ni electoral. Es un emblema de lo que el Estado nacional está dispuesto a abandonar: la salud de los niños y niñas de todo el país”, expresó.
Yedlin también apuntó contra la estrategia oficial de desresponsabilizar al Estado nacional en materia sanitaria:
“Este hospital atiende chicos de toda la Argentina. No se lo puede dejar en manos de las provincias. Es inconstitucional y absolutamente irresponsable”.
Ante la gravedad del panorama, Yedlin anticipó que en los próximos días presentará en el Congreso una ley de emergencia en salud pediátrica, que contemple una asignación presupuestaria especial para los hospitales infantiles del país.
“El Garrahan es un símbolo, pero no es el único. Necesitamos una ley que garantice salarios dignos para los residentes y recursos adecuados para los hospitales pediátricos. Queremos que el gobierno escuche y actúe”, indicó.
Entre los puntos centrales del proyecto se encuentra la exigencia de que los sueldos de los médicos residentes no pierdan frente a la inflación. “Nadie está pidiendo cobrar de más, pero sí dejar de cobrar de menos. Desde que asumió Milei, perdieron el 50% del poder adquisitivo”, denunció.
El impacto del ajuste también amenaza con generar un éxodo de profesionales altamente capacitados. “Hay residentes que están pensando en irse del país. El sector privado les ofrece condiciones que acá son imposibles. El único lugar que está expulsando recursos humanos en salud es la Argentina”, lamentó.
Además de la atención diaria, el Garrahan cumple un rol clave en la formación de pediatras. “Muchísimos cuadros técnicos de hospitales del país se formaron acá. Atacar el Garrahan es atacar el futuro de la pediatría argentina”, sentenció Yedlin.